Aunque por muchos años la historia del Rei-Ki se
transmitió de manera oral, de maestro a alumnos, y esto la ha
causado la distorsión de varias de sus partes y herramientas, con
lo que han surgido varias versiones de la técnica, todas coinciden en lo
esencial.
A finales de 1800 el doctor y sacerdote
japonés Mikao Usui, quien ejercía la docencia en una universidad
cristiana re descubrió el Reiki. Al no saber responder una interrogante de sus
alumnos sobre cómo Jesús Cristo y Buda sanaban a los enfermos,
retado y sin saber cómo; decidió emprender una investigación que lo
llevó a aprender cómo sanar del modo que lo hicieron estos maestros.
Aprendió a leer sánscrito, lengua hablada
antiguamente en la Índia y el Tíbet, e ingreso en un monasterio en
el Tíbet, donde sus investigaciones lo llevaron a un antiguo manuscrito
antiguo escrito por un discípulo de Buda que enseñaba un procedimiento de
sanar.
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